A finales de 2019 la asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió que Venezuela, representada por el régimen de Nicolás Maduro, tuviese un asiento en Ginebra, entre los 47 países que conforman de forma rotativa el Consejo de Derechos Humanos. Fue entonces una noticia bastante llamativa, entre nosotros.
La delegación venezolana estará presente hasta diciembre de 2022 en esta instancia que precisamente ha dictado órdenes de investigar al gobierno de Maduro. Se trata del mismo Consejo de Derechos Humanos, que antes del ingreso de Venezuela le dio un mandato a Michelle Bachelet, la alta comisionada de derechos humanos de la ONU, para que hiciese seguimiento a la crisis venezolana y, es el mismo órgano que también decidió crear una Misión de Verificación de los Hechos para documentar las violaciones masivas y sistemáticas a los derechos humanos en el país.