Ciertos diccionarios traducen la palabra alemana wandermut como pasión por viajar o valentía senderista. La palabra, sin embargo, ha pasado a ser una marca para grupos reducidos de turistas europeos que deciden internarse en el infierno. Y esta última palabra, según el testimonio de miles de migrantes latinoamericanos, no es otra cosa que la Selva del Darién.
No causó mucho revuelo, a decir verdad, la noticia sobre la empresa alemana llamada Wandermut que ofrece paquetes de dos semanas, enmarcados en el turismo de aventura, para atravesar esta inhóspita y peligrosa zona selvática que separa a Colombia y Panamá. La normalización sobre el Darién, en la opinión pública de América Latina, también dejó en un segundo plano que unos 200 mil migrantes pasaron por allí solamente en el primer semestre de 2023.