En muy diversos foros y chats se viene discutiendo sobre la película «Simón», la opera prima de Diego Vicentini. Junto a las virtudes del filme, que las tiene, y las emociones que despierta, que son muchas, una línea de discusión está centrada en el por qué el poder del chavismo, tan asociado a la censura, ha permitido su proyección.
En este texto no me detendré en hablar de la película, un estupendo artículo de Aquilino José Mata, aquí mismo, en El Estímulo, se explaya en detalles sobre esta producción venezolana, que viene a romper varios paradigmas.